











Después de cada uso, limpia la tabla con un paño húmedo y jabón suave.
Lava ambos lados de la tabla para evitar problemas de absorción desigual de agua.
Si has cortado pescado, utiliza vinagre blanco antes de lavar.
Seca la tabla con un paño y déjala al aire sobre el mostrador. Colócala de pie en su borde para garantizar un secado uniforme y evitar deformaciones.